Volvemos a la senda de la victoria frente al equipo
donostiarra Vasconia. La alineación tenía algunos retoques por las ausencias de
titulares como Eraña o Sánchez. Por lo tanto, salieron de inició Castellanos,
García, Txomin, Markel, Piru, Vadillo, Urtzi, Ander, Pérez y Arizmendi. Empezó
el equipo local con una presión muy alta, pronto los defensas rivales empezaron
a tener problemas en la salida. La adelantada línea defensiva del Vasconia no
puedo evitar un pase de Vadillo a la espalda del lateral, buen pase raso de
Pérez para que Arizmendi hiciera gol en el minuto 3.
Entonces el equipo de Donostia se acercó en varias ocasiones
con muy poco éxito, el que si estaba acertado fue Arizmendi en el 38.Un segundo
tanto calcado al primero, solo que fue Piru el que pasó en profundidad a Pérez.
La UDA controlaba fácil hasta el descanso.
En la segunda parte el Vasconia intento atacar y subir
líneas, la presión celeste bajó un poco pero sin pasar apuros. Entonces Vélez
de Mendizábal situó a Urtzi junto a Piru, tras los cambios de Rodrigo y Zaitegi
por Vadillo y Ander, que con la entrada de Gillen, este último se puso delante
de los pivotes. El equipo celeste se hizo con el control ante la impotencia
rival, así Piru redondeo con el tercero en el 86.La UDA recupera el liderazgo
en un partido cómodo.
LOS MAGIARES PODEROSOS
Capítulo 3: Suiza
1954
Gusztav Sebes |
La Hungría de la posguerra de la II Guerra mundial quedó
bajo la influencia de la URSS, bajo el férreo mandato del estalinista Matyas
Rakosi.En aquel régimen las diferentes selecciones que quisieran competir en el
extranjero tenían que recibir el permiso del gobierno. El requisito principal
era comprometerse a ganar el campeonato, no conseguir lo firmado podía acarrear
duros castigos. Pero a pesar de la presión y el miedo a las represalias el
seleccionador de fútbol Gusztav Sebes aceptó el reto, tenía fe en sus jugadores.
La primera prueba fue en los JJOO de Helsinki de 1952, unos jóvenes
húngaros desconocidos no contaban entre los favoritos. Aunque la sorpresa fue
mayúscula, un equipo con un juego innovador se haría con el título, desde
entonces se llamó el “equipo de oro”. Su estilo ofensivo de fuerte presión se
basaba en un 4-2-4 inédito hasta la fecha. Se considera a esta selección como la precursora de la Naranja Mecánica
holandesa, aunque Sebes lo llamó “fútbol socialista”.
No obstante, aquellos chavales tenían ganas de jugar un
mundial y se prepararon bien. Metieron miedo en el cuerpo al mundo cuando
fueron el primer equipo no británico en ganar a Inglaterra en 1953, 3-6 en
Wembley y 7-1 en la revancha. Tenían el permiso para viajar al mundial de Suiza
de 1954.
La primera fase la pasaron sin problemas, con un 9-0 a Corea
del sur y un 8 a 3 a Alemania Federal. En cuartos se midieron a Brasil en un
partido bronco conocido como la “Batalla de Berna”, con una gran victoria por 4
a 2.En semifinales derrotaban a Uruguay, el combinado celeste nunca había
perdido en partido mundialista. En la final eran claros favoritos frente a
Alemania Federal, en un principio Hungría se adelanto con 2 goles pero llegó la
lluvia y los alemanes remontaron dando la campanada. Aquella final épica se
conoce en el país germano como el Milagro de Berna.
Aquellos magiares maravillosos no pudieron repetir sus
gestas, en el 56 jugando la copa de Europa con el Honvéd, vieron el fracaso de
la revolución y la entrada de los tanques soviéticos en su país, algunos de sus
mejores jugadores desertaron y la Hungría poderosa no volvió a brillar. En el
mundial del 58 no superaron la primera fase, allí llegó el momento de un joven
brasileño llamado Emerson do Nascimento “Pelé”.
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