La UDA sumó un valioso punto en campo complicado, con el
once formado por Iker, García, Etxabe, Arri, Markel, Aritz, Urtzi, Ander,
Pérez, Arizmendi y Zaitegi. Mutriku siempre ha sido un terreno difícil para los
nuestros, un rival histórico que siempre es fuerte en casa. De todos modos fue
Ander el primero en marcar al empezar la segunda parte, un gol respondido
inmediatamente por el equipo local.
Lo cierto es que cuando no se puede ganar esta bien
minimizar daños, al final de temporada estos puntos pueden ser importantes. El
equipo continúa en una buena dinámica, a pesar de las rotaciones el
Aretxabaleta sigue siendo solido y dominante. Esperemos que se pueda mantener
el nivel y estar en la pelea para las últimas jornadas.
UN DÍA EN SAN MAMES
Deberías ver el coliseo,
hispano. 50.000 romanos siguiendo cada movimiento de tu espada. Esperando que
des el golpe mortal. El silencio antes de que lo asestes y el bullicio
posterior crece... crece como... una tormenta. Como si tú fueras el mismísimo
dios del trueno.
Me permitiré esta vez que Pasión Celeste se vuelva un poco rojiblanca, simplemente
porque el pasado día 3 tuve el privilegio de visitar San Mames berria. Sinceramente,
siempre he sido amante del fútbol más humilde pero nadie le hace ascos al caviar
de vez en cuando. Esperaba con ansia el momento de presenciar por primera vez
el pedazo de estadio 5 estrellas y la magia de las noches europeas que
mantienen el alma de la legendaria catedral.
Todo fue sobre ruedas, un día extraordinario, un partido
emocionante y un solo protagonista, el incombustible Aduriz.Desde los primeros
momentos me sentí como César entrando en el gran Coliseo, solo que esta vez el
león se comió hasta la portería. Además el entorno de los palcos era digno de
los maharajás, oye para una vez que voy que sea de lujo.
Impresionante, 50000 gargantas gritando los históricos 5
goles de su gladiador, Maximus Aritz, el viejo león que sigue siendo el rey de
la selva. Encima el Genk puso las cosas difíciles y puso más emoción a la
noche, ensalada de goles para disfrutar. Y la guinda la pusieron los canticos
de Herri Norte, y claro, el mítico eco de San Mames.
Pero todo este sueño al estilo del Sa de Persia, no hubiese
sido posible sin los que me hicieron este regalazo, mi aita y José Félix
Izurieta, en serio fue algo inolvidable. También merece un abrazo muy especial
a Paco de panaderías Asuaberri, el titular del palco, que sin conocernos fue un
anfitrión estupendo que nos guio por el Palace, perdón quise decir San Mames,
el teatro de mis sueños.
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