El tiempo pasa rapidísimo, el 2014 llega a su fin en el
ámbito futbolístico pero antes de terminar se tenia que jugar la última jornada
ligera. Para terminar había un plato fuerte, el derby que disputaban en Ibarra
la UDA y el Bergara, que se encuentran en diferentes situaciones
clasificatorias pero que no cuenta a la hora de saltar al césped. El
Aretxabaleta para cerrar este año inmaculado preparaba una alineación formada
por Castellanos, Raúl, Arri, Etxabe, Gartzi, Haritz, Badillo, Urtzi, Ander,
Espinosa y Arizmendi. Lo que más llamaba la atención era la inclusión de
Espinosa como medio izquierdo, una posición que ya conocía de su etapa anterior
en el equipo pero que últimamente suele jugar en el lateral.
El partido comenzó como se esperaba con una Aretxabaleta que
trataba de mantener y asegurar la posesión del balón, el Bergara se mostró muy
defensivo con una zaga de tres centrales muy pegada al área sin dejar
prácticamente resquicios para la circulación del balón. De todos modos los
centrocampistas de la UDA encontraban huecos entre líneas, sobre todo se
mostraron bastante activos Urtzi y Arizmendi. De esta manera en un centro un
poco pasado dirigido hacia el delantero, fue aprovechado por Urtzi para
lanzarse al suelo y introducir el balón en las redes del equipo mahonero,
estabamos todavía en el minuto 6 de la primera parte. El equipo no se relajó y
siguió atacando con peligro, el Bergara incapaz de meterse en el partido
achicaba agua como podría. Entonces poco después llegó un saque de esquina a
favor del equipo local, el centro fue al primer palo donde sorpresivamente
Badillo remataba sólo para subir el segundo gol al marcador en el minuto 10 de
la primera parte.
De ahí en adelante el partido se fue ralentizando, la UDA
viendo que el rival le exigía muy poco empezó a jugar con más tranquilidad
llegando incluso a relajarse durante un rato. Pero en esto del fútbol no hay
que perder la atención en ningún momento y eso se demostró cuando en otros
saque de esquina a favor del Bergara consiguieron reducir distancias en el minuto 24. De todas maneras ya estaban
creando peligro en jugadas a balón parado y el equipo celeste no fue capaz de
estar atento. El resto de la primera parte prácticamente pasó desapercibido con
un juego simplón y poco tenso.
En la segunda parte como era de esperar el equipo visitante
realizó un cambio táctico y pasaba a jugar con los cuatro defensas habituales,
estaba claro que si querían sacar algo positivo de Ibarra tendrían que proponer
algo más que la primera parte. El Aretxabaleta también pareció salir un poco
más enchufado en el aspecto defensivo, su intención era aprovechar algún
contraataque para finiquitar definitivamente el partido. Pero el Bergara se fue
creciendo y empezó a crear ocasiones peligrosas, varios disparos de fuera del
área que salieron desviados por poco y multitud de jugadas a balón parado donde
siempre creaban peligro. Entonces Gorka
Valle decidió hacer los cambios para mejorar en los contraataques, al equipo no
se le veía tan fino en las salidas y estaban sufriendo. En el minuto 10 Sánchez
ingresaba en lugar de Ander, en el 18 un fatigado Urtzi dejaba su lugar a
Eraña, en el minuto 20 Pérez ocupó el lugar de Arizmendi y Badillo abandonó el
campo lesionado en el minuto 24 por lo
que tuvo que entrar Gilen.
Los cambios no surtieron efecto, Gorka pareció volverse un
poco loco con los cambios tratando desesperadamente de encontrar una fórmula
para matar el partido. El Bergara tuvo varias ocasiones claras en jugadas a
balón parado y su centro del campo jugaba con facilidad. Entonces el entrenador
de Aretxabaleta maniobró con inteligencia y realizó un cambio que reordenó al
equipo y fue clave para recobrar el nivel defensivo, Espinosa que no se
arreglaba bien en el centro del campo, dejó el terreno de juego para que
entrara Cañizares. Éste último se situó de medio centro junto a Haritz y Eraña paso a
jugar por delante, fue el jarabe necesario para que el equipo recuperara sus
contraataques vertiginosos y certeros. Finalmente en una de esas jugadas
rapidisimas Eraña consiguió culminar al segundo intento, aprovechando un
rechace en el área rival introdujo la pelota en la portería en el minuto 46 de
la segunda parte, dando por finalizado el partido.
TREGUA DE NAVIDAD
Se acabó el año queridos lectores, ahora nos toca celebrar la Navidad y esperar que el 2015 sea tan próspero como este, que a todos nos vaya como al División de Honor que sólo ha perdido dos partidos en todo el año.
Antes de tomar una tregua, os quiero dejar un pequeño pero emotivo regalo, deciros que en 1914 en plena Primera Guerra Mundial se produjo un hecho insólito y asombroso, en las trincheras se detuvo la guerra durante algunas horas para celebrar la Navidad. Fue curioso como soldados ingleses y alemanes, enemigos acérrimos, fueron capaces de olvidar sus diferencias durante un tiempo, cantaron villancicos, intercambiaron tabaco, chocolate o lo que tuvieran a mano y como no, disputaron un partido de fútbol.
Yo quiero que disfrutéis con el extracto de una carta personal escrita por un soldado inglés que vivió aquellos maravillosos hechos. Pero también me gustaría decir que ojalá hechos como éstos se produzcan en el futuro más allá de los días de Navidad, que sea esto un llamamiento a la paz y la fraternidad
"Todavía mirando y soñando, mis ojos pillaron una bengala en la oscuridad. Una luz en las trincheras enemigas era tan raro a esa hora que pasé el mensaje por la frente. Apenas había hablado cuando luz tras luz se levantó por la frente alemana. Entonces, bastante cerca de nuestros refugios, tan cerca como para hacerme saltar y agarrar mi rifle, oí una voz. No se podía confundir esa voz con su timbre gutural. Con el oído aguzado, escuché, y entonces, por toda nuestra frente de trincheras, vino a nuestros oídos un saludo único en la guerra: “¡Soldado inglés, soldado inglés, feliz Navidad, feliz Navidad!
“Después de ese saludo estalló la invitación de esas voces discordantes: “Sal, soldado inglés, ver aquí a nosotros.” Por algún período corto de tiempo fuimos cautelosos, y ni siquiera respondíamos. Los oficiales, temiendo una emboscada, mandaron a los hombres que guardaran silencio. Pero de un lado a otro de nuestra frente uno oía a hombres respondiendo ese saludo de Navidad del enemigo. ¿Cómo podíamos resistir desearnos los unos a los otros una feliz Navidad, aunque podríamos estar como perro y gato inmediatamente después? O sea que mantuvimos una conversación con los alemanes, todo el tiempo con nuestras manos prestas sobre nuestros rifles. Sangre y paz, enemistad y fraternidad – la paradoja más asombrosa de la guerra. La noche se gastó hasta el amanecer – una noche hecha más llevadera por canciones de las trincheras alemanas, por los caramillos de flautines y de nuestra amplia frente risas y villancicos. No hubo ningún disparo, excepto más abajo a nuestra derecha, donde la artillería francesa estaba trabajando."
Frederick W. Heath. Soldado inglés.
ZORIONAK ETA URTE
BERRI ON
AUPA UDA
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