Esta vez aunque me duela tengo que empezar con una mala
noticia para el fútbol guipuzcoano, porque ayer en el minuto 12 el partido
entre el Berio y el Tolosa tuvo que ser suspendido debido al desfallecimiento
de uno de los jugadores del equipo visitante, poco tiempo después fallecía en
el hospital, se llamaba Urtzi Gurrutxaga y tenía 26 años, desde Pasión Celeste
quiero mostrar mis condolencias a la familia, compañeros y al Tolosa. Que la
tierra te sea leve.
Esta triste noticia, empaña por completo todo lo que pueda
contar en estos momentos, pero la vida sigue y nos demuestra que tenemos que
disfrutar de cada momento, y ese es el espíritu de este blog. Porque aparte de
esto, ayer jugaba nuestro equipo un partido para abrir una brecha respecto a
los equipos de abajo, se consiguió una victoria que esperemos sea el
alejamiento definitivo de los puestos peligrosos. La alineación que puso en
liza Gorka Valle no varió mucho de la que viene siendo habitual en los últimos
partidos, Castellanos, Gartzi, Arri, Etxabe, Amutxas, Haritz, Piru, Gilen,
Sánchez, Urtzi y Zaitegi. Fue un partido muy parecido a los anteriores jugados
en casa, la UDA haciendo un fútbol sencillo y directo buscando las espaldas de
los defensas rivales, tratando de mostrarse sólidos defensivamente esperando la
oportunidad, el equipo rival también tuvo una actitud parecida pero casi no
crearon ocasiones de gol.
En la segunda parte fue prácticamente igual que la anterior,
el Aretxabaleta demostrando que es es un equipo sobrio al que cuesta mucho
marcarle un gol, en el minuto 15 de la segunda parte Urtzi abandonó el terreno
de juego dando entrada a Badillo que últimamente está acumulando bastantes
minutos. El equipo local esperaba pacientemente una oportunidad que llegó en el
minuto 24 cuando Zaitegi recibió un balón al borde del área y después de
deshacerse de su rival con un recorte, disparó un fuerte tiro ajustado al palo.
El Hernani intentó tirar para arriba pero fue incapaz de crear ocasiones claras
de gol. Gorka empezó a hacer cambios para introducir jugadores de refresco y
parar el ritmo de juego, en el minuto 30 Pérez entró en el lugar de Piru y
nueve minutos después el goleador Zaitegi daba entrada a Imanol. Pasado el
minuto 45, cuando el equipo visitante daba sus últimos coletazos, Arroita entro
para sustituir a Sánchez y reforzar la defensa. En el minuto 47, con el equipo
verde volcado sobre el campo del Aretxabaleta llegó el fallo que suele ser
habitual cuando se arriesga todo, un
intento de pase al portero fue aprovechado por Pérez para recuperar el balón y
definir ante el guardameta. De esta manera se acabó el partido.
Ahora para quedarnos con mejor sabor de boca os voy a poner
un poquito de historia de la UDA, exactamente la referente a la temporada 1947
-1948, que lo disfrutéis.
LE LLAMARON UDA (1947)
Lo que sería nuestro club había dado sus primeros pasos bajo
la tutela del Mondragón allá por septiembre de 1946, fue una forma de
solucionar los problemas con las fechas de inscripción de la competición de
Segunda Regional. No obstante, a lo largo de aquella temporada en la que se
consiguieron las primeras victorias de nuestra historia, se hicieron todos los
trámites para que por fin, en la temporada 1947 -1948 jugáramos la competición
bajo nuestro nombre actual, se ponían los cimientos de una larga trayectoria.
Echémosle un vistazo a las condiciones de un fútbol desconocido para nosotros,
un fútbol heroico, rudo, legendario.
Antes de nada tenemos que entender cómo estaba organizada la
competición futbolística en aquella Guipúzcoa de posguerra, primero se jugaba
la liga propiamente dicha, el Aretxabaleta militaba entonces en la Segunda
Regional (la última categoría) formada por un grupo de nueve equipos. Una vez
terminada la competición ligera, se pasaba jugar la Copa de Guipúzcoa, primero
en grupos de los que el primer clasificado pasaba a jugar la fase final
(eliminatorias a doble partido), donde también participaban equipos de Primera
Regional y Tercera División (todavía no había nacido el Preferente). Finalmente
estaba el Campeonato de Aficionados, el que conseguía hacerse con la victoria
en las eliminatorias de dicho campeonato, se clasificaba para disputar el
Campeonato Nacional de Aficionados, contra equipos de todo el Estado.
La Unión Deportiva Aretxabaleta nacía por fin el 13 abril 1947, nombre definitivo del equipo
hasta nuestros tiempos y lo cierto es que la primera temporada no nos fue nada
mal. En la liga de Segunda Regional, en un grupo de nueve equipos, nuestros
chicos consiguieron un meritorio quinto puesto gracias a siete victorias, seis
empates y tres derrotas, además lograron ser el equipo más goleador con 39
tantos en su haber recibiendo 23 en contra, según se recoge en el libro
"UDA -K berrogeita hamar urte". Pero los mejores resultados llegaron
en la Copa, porque en un grupo de cinco equipos el Aretxabaleta salió campeón,
ganándose el derecho a participar en las eliminatorias. En aquel último partido
del grupo, sabiéndose ya campeones, las chicas de Aretxabaleta bordaron una
gran bandera dedicada a los jugadores protagonistas de aquella pequeña
victoria, todavía se conserva en la entrada de los vestuarios.
Aun así, todavía quedaba mucho camino por delante, muchos muros
por derribar para afianzarnos en categorías más importantes, en aquella fase
final de la Copa de Guipúzcoa, los nuestros sólo pudieron superar una eliminatoria,
eso sí, consiguieron ganar en Iturripe al Tolosa (de tercera división) aunque
en el partido de vuelta recibieran un varapalo en forma de seis goles. En la
última competición que quedaba por disputarse, el Campeonato de Aficionados
fueron eliminados en la primera eliminatoria por un marcador final de 3 a 4
contra el Bocarena.
El broche de oro para el final de aquella temporada, sería
el primer trofeo de los muchos que lograría el equipo celeste a lo largo de los
tiempos, curiosamente la Federación de Guipúzcoa de fútbol entregó el trofeo a
la deportividad, por ser el equipo que menos tarjetas había recibido a lo largo
de las competiciones. Quizás no fuera tan brillante como un título pero se
trata del primer galardón con el que fue obsequiado el equipo de Aretxabaleta. La
plantilla estaba dirigido por Jacinto Azurmendi, mítico entrenador, acompañado
en el banquillo por el delegado Clemente del Teso y capitaneado por el portero
José Etxagibel.
"Yo para ser
feliz, quiero un camión"
Aquellos momentos fueron complicados para los jugadores y
aficionados de la UDA, todavía no contaban con campo propio y tenían que
desplazarse hasta Iturripe (Mondragón) para jugar los partidos como local e
incluso en algunas ocasiones tuvieron que desplazarse hasta Bergara. De todas
maneras, casi siempre fue a Mondragón y los aficionados no dudaban en darse una
caminata para presenciar el partido, no estaban dispuestos a dejar solo a su
equipo, así se construye una leyenda. En cambio cuando se tenían que desplazar
a la villa mahónera, el club solía solicitar un vagón a la compañía
ferroviaria, para poder desplazar a todos los aficionados que desearan viajar.
Pero lo más curioso era sin duda el tipo de transporte por
el que optaron los jugadores, los que viajen cómodamente en autobuses o en sus coches particulares, les parecerá divertido
saber que nuestros primeros jugadores viajaban en camión, si si, no estoy
vacilando porque además debían respetar unas reglas marcadas por el club:
"Deberán viajar 11 jugadores, 2 suplentes, 1
entrenador, 1 delegado, 2 encargados de vestuario y un botiquín. En caso de viajar
con el camión de Alkur son 37 plazas que en total: 7 bancos de 5 y 2 en la
cabina. Descontando los 17 citados quedan 20 plazas disponibles para la
venta".
Una buena manera de ahorrar económicamente, hay que darse
cuenta que hacía apenas ocho años había terminado la Guerra Civil, en este
periodo de la posguerra las dificultades materiales y alimenticias eran
bastante visibles, no se podía despilfarrar el poco dinero con el que se
contaba. Tal era la situación en la que se vivía que los jugadores jugaban prácticamente
por un buen bocadillo, que era lo que recibían de los partidos de casa, además
de chicles y limones, fuera de casa sólo recibían estos dos últimos productos, muchos
no alimentaban pero por lo menos quitaban el hambre. Por eso cuando el club decidió
aumentar la paga por la buena temporada realizada, aquellos debieron de
alucinar, recibieron 25 pesetas para cada uno al finalizar la liga de Regional
y al finalizar toda la temporada 100
pesetas para cada uno, una pequeña fortuna en aquella época.
Eso sí, como en toda historia donde aparezcamos los vascos,
la temporada término con una gran comida en Otalazelai un 16 mayo 1948. Esta es
la hermosa historia en la que un equipo y un camión recorrieron los primeros
kilómetros de la gran aventura futbolística de la UDA, ya no queda camión pero
si una gran senda por la que viajaremos todos juntos.
AÚPA UDA
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