PERDER O GANAR NO TIENE IMPORTANCIA, LO IMPORTANTE ES JUGAR FUERTE, LIMPIO Y DIVERTIRSE (Alfred Mills, fundador del Athletic de Bilbao)

lunes, 10 de febrero de 2014

LA UDA NAVEGA A TODA VELA


Si señor,  el sábado a las 15: 30 de la tarde un partido complicado esperaba a nuestro equipo en Hondarribi, un equipo que ya se había llevado los tres puntos de Ibarra, no suele ser una plaza cómoda para los nuestros debido a que es uno de los viajes más largos de la temporada y el desplazamiento suele desconcentrar bastante. Pero esta vez las fuertes murallas de la plaza fronteriza no fueron suficientes para defender el ataque del navío celeste, aunque parezca mentira ahora navega a toda velocidad hacia los puestos cabeceros y sus artilleros inspirados.

La "tripulación" que puso en liza Gorka Valle, fue  formada por Castellanos, Gartzi, Arri, Etxabe, Amutxas, Haritz, Piru, Urtzi, Imanol, Badillo y Zaitegi. La única novedad era la presencia de Badillo por banda derecha, pero la formación del equipo ya está perfectamente clara después de cosechar una racha de cinco victorias seguidas. Todo se puso muy fácil porque en el minuto uno de partido Zaitegi puso en ventaja al Aretxabaleta y desequilibro la contienda, parece ser que nuestro equipo imprimió un fuerte ritmo  en los primeros minutos, porque en el 15 de esta primera parte Urtzi consiguió el segundo gol, en los últimos minutos de la primera mitad el equipo pudo tomarse un pequeño respiro.

En la segunda parte la UDA volvió a dominar el partido, pero sin duda el protagonista fue Pérez, que salió desde el banquillo, falló un penalty y fue capaz de marcar un golazo desde gran distancia, eso cerró el partido a pesar de que Arri fue expulsado a falta de unos 15 minutos para el final de la contienda. Al final los cañones celestes derribaron la famosa muralla de Hondarribi.

Por otro lado el REGIONAL, consiguió una importantísima victoria fuera de casa contra el EAS08, de esta manera se sitúan en la tercera posición de la fase de ascenso, van de menos a más, se encuentran empatados con el segundo clasificado y en el siguiente partido visitan al líder que lo tienen a tan sólo dos puntos. Falta mucha tela por cortar pero por ahora se van posicionando en los puestos importantes.

De vez en cuando os hablaré de algunos de los más extraños futbolistas que ha dado la historia, en esta ocasión nos vamos a Argentina, para conocer la figura de uno de esos  locos genios del fútbol, un zurdo maravilloso de los años 30, pero desconocido para muchos de nosotros. Un personaje peculiar dentro y fuera de la "cancha".

EL POETA DE LA ZURDA

Desde chaval, debido a mis carencias físicas, aprendí tempranamente a disfrutar como espectador de este maravilloso deporte que es el fútbol, desde los improvisados partidos callejeros entre los amigos (mientras vigilaba los abrigos) hasta las grandes finales que podemos ver por la televisión. Pero hay un tipo de jugador que me fascina, son esos zurdos talentosos y difíciles que aparecen de vez en cuando en los equipos, de esos genios anárquicos que desesperan a los entrenadores y nos deleitan a los aficionados, que esperamos su próximo regate o filigrana. Eso sí, como los grandes poetas necesitan de la inspiración de las musas del fútbol,  que en algunos partidos desaparecen casi por completo pero que incluso así, en una sola jugada pueden decidir un partido.

Con estas características os vendrán a la memoria muchos tipos de estos, por ejemplo a mí me viene Maradona, Messi, Stoichkov o Giggs, entre los nuestros  destacaría a Yeste o los que sois de la Real recordaréis a De Pedro. Pero en esta ocasión nos vamos a ir mucho tiempo atrás para conocer la figura de un tipo  por completo desconocido, un argentino que jugó en los años 30 y 40 llamado Enrique "Chueco" García nacido en Santa Fe en 1912. Por lo visto ya de niño su cuerpo no era lo que diríamos el más ortodoxo para el deporte, no creció mucho más de 1 m 60 cm y sus piernas estaban visiblemente arqueadas, por eso recibió el apodo de chueco, que es una pieza curvada de los arados.

Pero su secreto estaba en su pierna izquierda, todo el talento  estaba acumulado en esa parte del cuerpo y sin duda supo explotar sus cualidades, hasta tal punto de que consiguió meterse en el bolsillo a la afición argentina. No obstante, debido a su carácter rebelde no fue aceptado por el club de su ciudad (donde jugaba su hermano)  y debutó con algo más de 16 años en el club Gimnasia y Esgrima, hasta que en 1933 fue fichado por Rosario Central, maravillando a diestro y siniestro con su estilo. Entre aquellos aficionados se encontraba un joven adolescente llamado Ernesto, un asmático y rebelde muchacho que fue cautivado por el desparpajo del Chueco, años más tarde aquel adolescente se convertiría en un ídolo de masas, el Che Guevara.

Entonces llegó el momento más grande del extremo izquierdo, cuando en 1936 Racing de Avellaneda lo fichó por 40,000 pesos, convirtiéndose en el fichaje más caro del fútbol argentino superando los 35,000 pesos que pagó River por un futbolista. A pesar de que el primer partido lo jugó lesionado, posteriormente se convirtió en el ídolo de la afición disputando más de 200 partidos seguidos, la afición de Racing le considera uno de los mejores extremo izquierdo de todos los tiempos.

Destacaba por su desborde, cambio de ritmo, sus amagos, regate, pase preciso y poderoso disparo, siempre pegado a la cal desde donde partía para romper la cintura a los defensores, un prodigio técnico. Pero además tenia algunas peculiaridades que le convertían en un futbolista especial, cuenta uno de sus masajistas que cuando trataba de trabajarle la pierna derecha Enrique se giraba y le decía "Pará, pará, no más, boludo… ésa no, esa no es. Ésa no sirve, a la otra. Ésa no sirve, la tengo de palo". Tanto era así que de los 75 goles que marcó a lo largo de su carrera solamente uno fue con la pierna derecha, con la izquierda le bastaba para escribir sus poéticas jugadas.

Pero encima una de sus aficiones era tocarles las narices a los rivales, durante los partidos les decía piropos, les tomaba el pelo, les contaba chistes y cosas peores, por lo que los defensas se lanzaban contra el violentamente y en ese momento aprovechaba la desesperación rival para sacar a pasear a su talentosa pierna, ridiculizando al furioso defensor. Pero otras veces también tenia salidas graciosas que desesperaban a sus propios compañeros, parece ser que en alguno de los equipos en los que jugó, se les daba muy mal defender los saques de esquina, entonces el tío les gritaba a los atacantes "márquennos a nosotros, márquennos a nosotros, somos más peligrosos", me imagino las risas que se echarían dentro del área.

Otras veces cuando le daba la gana, se cambiaba de banda y se convertía en uno de los primeros futbolistas que se atrevieron a jugar a pierna cambiada, de esta manera aprovechaba su gran disparo, aunque lo cierto es que no lo hacía por órdenes del entrenador sino porque se aburría en la banda sin tocar la pelota. Aunque una de las cosas más curiosas era su modo de celebrar los goles, cuando conseguía perforar la portería rival volvía sobre sus pasos arrastrando uno de los pies, resulta que lo hacía para borrar su jugada y que nadie la pudiera copiar, en fin, como una cabra.

Jugó unos 47 partidos con Argentina, donde consiguió los dos únicos títulos de su carrera, dos Copas de América. Aquí también dejó su sello y sus peculiares anécdotas, la más graciosa fue que en un partido disputado entre Brasil y Argentina, un periodista que seguía a la albiceleste le gritó desde la banda que le diera un pase de gol al delantero centro de la selección argentina, llamado Fabio Juan Cassan. Entonces el Chueco cogió la pelota en banda izquierda, desbordó a cinco rivales y le sirvió el balón a su compañero para que solamente tuviera que empujarlo a la vez. Mientras celebraban el gol conseguido, Enrique se acercó al periodista y le espetó "Ya está, ¿ahora quién quieres que marque?".

Finalmente se retiró en 1945, cuando sus rodillas no aguantaban más, el poeta futbolístico argentino tuvo que guardar su pluma izquierda, se dedicó desde entonces a regentar una tienda de bombones, un trabajo peculiar para un tipo peculiar, murió a los 56 años de una larga enfermedad.

 

La marcación y otras yerbas son inventos de los directores técnicos. Soy enemigo de todos los sistemas. Ellos atentan contra la belleza del fútbol. No hay preciosismo ni improvisación. Todo está sujeto a la disciplina, a las órdenes. Las mejores figuras desaparecen ante esa labor. Creo por esto, que ello es solo eficaz para quien no tiene mayores condiciones. Salen a no dejar jugar… Y tampoco juegan ellos”.

Enrique "Chueco" García.

 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario