PERDER O GANAR NO TIENE IMPORTANCIA, LO IMPORTANTE ES JUGAR FUERTE, LIMPIO Y DIVERTIRSE (Alfred Mills, fundador del Athletic de Bilbao)

martes, 26 de noviembre de 2013

ACTUALIDAD + FUTBOL Y LITERATURA


LA ACTUALIDAD

Como podéis ver, esta vez he cambiado el formato, con ello quiero cambiar un poco la rutina de las Crónicas para que no sea monótono, por eso de vez en cuando me saldré de la lógica y os ofreceré algunas sorpresas como la de hoy. Sobre todo va dirigida a los futboleros amantes de la literatura y la poesía, veréis cómo los escritores no siempre son tipos aburridos y serios, sino que también caen en las mismas pasiones que nosotros y entre ellas nuestro fútbol.

No obstante, antes de entrar en materia vamos a hacer un pequeño repaso a la actualidad de la UDA, que para eso está Pasión Celeste. Esta semana sabréis que se ha producido un hecho que ha estado en boca de todos los aficionados , la destitución de Alberto Albistegi de su puesto de entrenador del equipo. La semana pasada, habíamos hecho un repaso de los datos estadísticos del equipo en las primeras 10 jornadas, los datos eran bastante negativos y no parecía que la tendencia del equipo fuera para bien. La directiva reunida el miércoles por la tarde, decidió rescindir el acuerdo que tenía con el entrenador de Eibar y lo comunicaron en la página oficial. Es cierto que la culpa  en este tipo de situaciones no es sólo del entrenador, pero los que conocemos el fútbol sabemos que a veces es necesario cambiar de Mister para intentar reflotar al equipo y creer en sus posibilidades.

De manera provisional Igor Arenaza se ha hecho cargo del equipo, evidentemente el equipo no ha tenido mucho tiempo para preparar un partido complicado como el que se disputó ayer contra el Aurrerá. Las noticias no fueron del todo malas, consiguieron sacar un empate a uno en un campo muy difícil,l contra un equipo que se encontraba en el tercer puesto de la clasificación general, lo cual demuestra que nuestro equipo tiene calidad suficiente para ganar a cualquiera. Incluso habiendo realizado un principio de temporada tan preocupante, la sexta posición de la clasificación general está solamente a cinco puntos y para ir escalando posiciones es imprescindible empezar a sumar de tres en tres, sólo tenemos dos victorias. La semana que viene es un partido clave para iniciar el cambio, Vasconia será el equipo que nos visite, con los mismos puntos que el Aretxabaleta.

En cuanto a los resultados de la jornada, el 1ª REGIONAL consiguió la victoria en el derby contra el Arizmendi por 3 -0, aunque esto ya no es noticia, siguen invictos. En cambio los juveniles volvieron a perder, el Liga Vasca no tuvo nada que hacer contra de Guernica, perdieron por 1 a 4, es una pena porque tenían la posibilidad de salir del descenso, la cosa se complica muy mucho. El Primera Juvenil sólo fue capaz de marcar un gol por 3 del Bergara, definitivamente jugaran la copa.

MARIO BENEDETTI Y EL FÚTBOL

La relación del deporte y en especial del fútbol, ha tenido una aceptación muy variada en el mundo de la intelectualidad y especialmente en el de la literatura. Como a cualquier persona, entre los escritores y poetas aparecen detractores y defensores de este deporte. Entre los detractores aparecen autores como Kipling (El libro de la selva) o José Luis Borges, curiosamente relacionados con el pensamiento izquierdista y marxista. Lo ven como una especie de droga que adormece a las masas y las distrae de otros temas más importantes, para ellos el fútbol es el "opio" del pueblo, igual que una religión.

En cambio hay otros literatos que son amantes y defensores del deporte rey, la mayoría de ellos son autores latinoamericanos como por ejemplo Eduardo Galeano, Gabriel García Márquez o el que nos atañe en esta ocasión,  el poeta y escritor uruguayo Mario Benedetti.

Mario Benedetti nació en Uruguay en 1920, es uno de los autores más importantes de la literatura hispanoamericana con más de 80 obras, entre poesía, novela, cuentos y artículos periodísticos. En el apartado futbolístico tiene algunos cuentos bastante interesantes, redactados de una manera,  en mi opinión muy bonita, porque utiliza bastante el humor ridiculizando los tópicos del fútbol, viendo el deporte como un espectáculo donde se ha de crear belleza, lejos de la pasión desmesurada, el negocio del fútbol y como no, de la violencia. Por ejemplo leí una entrevista hecha antes de su muerte en el 2009, después de una vida plagada de problemas por su relación política con la izquierda tuvo que estar un gran periodo de su vida en el exilio:

"Y eso que a mí, el fútbol me ha gustado desde siempre. Pero me molestan mucho dos cosas. Primero, la violencia, de la que fueron precursores los hooligans ingleses. Ahuyenta de los estadios a mucha gente, que ya tiene miedo de ir a ver un partido de fútbol. Encima la violencia de afuera se traslada adentro del campo de juego, con patadas y acciones antideportivas. Es como una vocación de violencia que no entiendo. La segunda cosa que me fastidia es el factor mercantil de este deporte, la excesiva publicidad, las disparatadas cifras de dinero que se manejan. Por suerte ya no está más Havelange. Antes que nada hay que pensar que esto es un juego y merece ser disfrutado como tal."

Entre las obras de las que trata sobre el fútbol estan sobre todo relatos y cuentos de los que voy a señalar dos, por un lado "Puntero izquierdo" (me ha parecido un poco complicado de entender por las expresiones y formas diferentes del lenguaje latinoamericano) y luego "El césped", de este último os voy a dejar aquí un fragmento que me ha parecido muy bonito y entretenido, tranquilos porque este lo vais a entender perfectamente.

" El césped. Desde la tribuna es un tapete verde. Liso, regular, aterciopelado, estimulante. Desde la tribuna quizá crean que, con semejante alfombra, es imposible errar un gol y mucho menos errar un pase. Los jugadores corren como sobre patines o como figuras de ballet. Quien es derrumbado cae seguramente sobre un colchón de plumas, y si se toma, doliéndose, un tobillo, es porque el gesto forma parte de una pantomima mayor.

Además, cobran mucho dinero simplemente por divertirse, por abrazarse y treparse unos sobre otros cuando el que queda bajo ese sudoroso conglomerado hizo el gol decisivo. O no decisivo, es lo mismo. Lo bueno es treparse unos sobre otros mientras los rivales regresan a sus puestos, taciturnos, amargos, cabizbajos, cada uno con su barata soledad a cuestas. Desde la tribuna es tan disfrutable el racimo humano de los vencedores como el drama particular de cada vencido.

 Por supuesto, ciertos avispados espectadores siempre saben cómo hacer la jugada maestra y no acaban de explicarse, y sobre todo de explicarlo a sus vecinos, por qué este o aquel jugador no logra hacerla. Y cuando el árbitro sanciona el penal, el espectador avispado también intuye hacia qué lado irá el tiro, y un segundo después, cuando el balón brinca ya en las redes, no alcanza a comprender cómo el golero no lo supo. O acaso sí lo supo y con toda deliberación se arrojó al otro palo, en un alarde de masoquismo o venalidad o estupidez congénita. Desde la tribuna es tan fácil.

Se conoce la historia y la prehistoria. O sea que se poseen elementos suficientes como para comparar la inexpugnable eficacia de aquel zaguero olímpico con la torpeza del patadura actual, que no acierta nunca y es esquivado una y mil veces. Recuerdo borroso de una época en que había un centre-half y un centre-forward, cada uno bien plantado en su comarca propia y capaz de distribuir el juego en serio y no jugando a jugar, como ahora, ¿no? El espectador veterano sabe que cuando el fútbol se convirtió en balompié y la ball en pelota y el dribbling en finta y el centre-half en volante y el centre-forward en alma en pena, todo se vino abajo y ésa es la explicación de que muchos lleven al estadio sus radios a transistores, ya que al menos quienes relatan el partido ponen un poco de emoción en las estupendas jugadas que imaginan.

Bueno, para eso les pagan, ¿verdad? Para imaginar estupendas jugadas y está bien. Por eso, cuando alguien ha hecho un gol y después de los abrazos y pirámides humanas el juego se reanuda, el locutor idóneo sigue colgado de la “o” de su gooooooool, que en realidad es una jugada suya, subjetiva, personal, y no exactamente del delantero que se limitó a empujar con la frente un centro que, entre todas las otras, eligió su cabeza. Y cuando el locutor idóneo llega por fin al desenlace de la “ele” final de su gooooooool privado, ya el árbitro ha señalado un orsai que favorece, ¿por qué no?, al locatario."

 

Si os ha enganchado podéis leer todo el relato en:

http://www.poesi.as/mb96b066.htm

 

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