PERDER O GANAR NO TIENE IMPORTANCIA, LO IMPORTANTE ES JUGAR FUERTE, LIMPIO Y DIVERTIRSE (Alfred Mills, fundador del Athletic de Bilbao)

jueves, 15 de diciembre de 2016

ENTRE EL FANGO CON PEDALES


Me pregunto muchas veces de que materia son los sueños. La respuesta depende de quién lo cuente, y por lo tanto los deseos se pueden construir de cualquier cosa, solo a veces se hacen realidad pasando a ser leyenda. El viernes 9 de diciembre tuve la ocasión de  conocer algunas historias del imaginario colectivo de Aretxabaleta, gracias al mayor acontecimiento deportivo que este pueblo ha vivido, el Ciclocrós de Aretxabaleta. Un critérium internacional que se celebró entre 1966 y 1991.

Para  algunos jóvenes de Aretxabaleta, como Manolo Zubillaga o Eloy Uriarte, los sueños estaban hechos de fango, hierro y goma. Además, no se conformaron con hacer realizar un paseo en bicicleta, hicieron algo grande. Consiguieron traer a Aretxabaleta una prueba importante de la modalidad más épica del ciclismo. El ciclocrós era un deporte para gente dura, auténticos espartanos sobre ruedas, con monturas aptas para Hércules, ni fibra de carbono ni ostias fritas.

Buscando por ”mamá” google, el ciclocrós en Aretxabaleta aparece vinculado a uno de estos súper hombre, el vitoriano José María Basualdo. Así, gracias al precioso documental de Gorka Etxabe y Gorka Montiel, he pasado de desconocer por completo este deporte a saludar personalmente a un subcampeón mundial de ciclocrós, Basualdo, que se proclamo campeón nacional en Aretxabaleta en 1971.

Como no quiero ser un spoiler, os animo a que veáis el documental, el 21 y 26 de diciembre en Arkupe. Pero si os puedo contar la historia de Basualdo para que os hagáis una idea de la repercusión europea de nuestra prueba en la edad de oro del ciclismo sobre barro. Siendo un chaval de 20 años debutó con KAS en la modalidad, dos años más tarde fue campeón de España en Pontevedra.

Aunque la gran gesta llegó en Bélgica, cuna de grandes especialistas, donde se colgó la medalla de plata mundialista en el mismo año. Luego fue campeón nacional en otras 4 ocasiones, una de aquellas en Aretxabaleta. Pero también se encontró con el régimen, le aconsejaron regalar su medalla al Delegado de deporte Samaranch, con la intención de que le dieran tiempo para entrenar durante la mili. Aquella gentuza pasó de él y su medalla no apareció.

Yo tengo una medalla de campeón de España de Boccia, es el único objeto al que miro cada día y puedo imaginar lo que tiene que joder que termine en manos de un magnate desagradecido. Pero los recuerdos, el esfuerzo y el orgullo es para siempre, fue un honor para mí saludar a una leyenda como José María Basualdo.

La prueba de ciclocrós de Aretxabaleta, murió en combate, en el 91 todo indicaba que el CAMPEONATO DEL MUNDO sería en nuestro pueblo. Con aquello la UDA y el pueblo hubiesen tenido una fuerza inimaginable gracias a Manolo y sus fieles colaboradores. Pero igual que hay héroes en la vida también hay villanos, así una rata traicionera intercedió para llevarse nuestro mundial y los meritos.

El ciclocrós en Aretxabaleta se fue para siempre, pero los gritos de ánimo, los prados a reventar y toda su leyenda, permanece en nuestros corazones y el imaginario de las generaciones que no lo pudimos vivir.

AUPA UDA

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