Jornada propicia para la UDA a falta de tres partidos para
finalizar la competición, estaba claro desde un primer momento que el partido
no iba a ser tarea fácil. Se trataba de uno de esos exámenes en el que un
estudiante aplicado no puede cometer errores graves que pongan en peligro todo
el curso lectivo, aunque es bien cierto que el Aretxabaleta contaba con un pequeño
colchón de seguridad para al menos asegurar la segunda posición. Sobre todo
había que tener en consideración al Elgoibar, un equipo situado en la mitad
alta de la tabla y que todavía tenía alguna opción para alcanzar al menos el
tercer puesto que quizás podría dar acceso a la promoción.
Decíamos en la crónica anterior que de sumar como victorias los
partidos de casa, el segundo puesto estaría asegurado definitivamente. Para el
primero de esos dos partidos de casa la alineación elegida fue la siguiente:
Iker, Lazcano, Arri, Etxabe, García, Haritz, Urtzi, Eraña, Espinosa, Ander y
Pérez. Desde el primer minuto se vio cómo el equipo visitante no había venido a
pasar la tarde, la presión que ejercían en la salida del balón era bastante
agresiva y lo acompañaban con una defensa adelantada para cerrar los espacios
entre líneas donde el equipo celeste es más fuerte. En cambio, el equipo de
casa trataba de tener la posesión del balón pero casi siempre tenia que buscar
pases largos a la espalda de la defensa. En uno de esos pases aprovechando la
descolocación de la defensa del Elgoibar fue aprovechada por Ander para internarse
por banda derecha y poner un centro a Aitor Pérez que cruzó la pelota para
superar al guardameta, era sólo el minuto 2 de la primera parte.
Los siguientes minutos continuaron con el mismo guión, el
Aretxabaleta tenía la mayoría de la posición pero no arriesgaban demasiado ante
la adelantada presión foránea. El Elgoibar no atacaba con mucho peligro pero
continuamente mantenia cuatro hombres en las posiciones de ataque, lo que hacía
que los centrocampistas del Aretxabaleta tuvieran que estar muy atentos a los
balones largos y a los rechaces. De todas maneras la mayoría del tiempo el
balón se movió por el centro del campo sin mucho sentido, otras veces el balón
volaba de área a área sin que los
delanteros pudieran hacer nada para llegar a los balones. Al final entre una
cosa y otra la primera parte se fue con la ventaja para el equipo de casa.
Comenzó la segunda parte con la misma pinta, la UDA no
quería arriesgar demasiado contra un equipo incómodo como el Elgoibar y estos
trataban de empujar con su potencia física, que no obstante fue decreciendo a
medida que iban pasando los minutos. El partido estaba controlado por lo que el
entrenador Gorka Valle decidió ir haciendo los cambios a medida que los
jugadores bajaban su capacidad. En el minuto 11 Ander abandonó el terreno de
juego para que entrara Gilen, con la intención de trabajar más en el centro del
campo y ayudar a Lazcano. Más tarde, en el minuto 15, el goleador Aitor dejaría
su lugar a Arizmendi. Fue en esos minutos cuando el equipo rojiblanco empezó a
meter balones aéreos y jugar de una
forma más dura, más física. Gorka viendo que sobre todo cargaban los balones
aéreos hacia la banda izquierda defendida por García, realizó un cambio de
posición y de jugador, Gorka abandonaría el terreno de juego para que entrara
Sancho, de forma que Espinosa volvió al lateral izquierdo por detrás del recién
ingresado.
El Elgoibar intentaba apretar con todas sus fuerzas, muchas
veces incluso rayando el límite del reglamento, el Aretxabaleta mantuvo la
sangre fría y la cabeza en su sitio, no entraron en los intentos
desestabilizadores de los visitantes que a la desesperada trataban de sacar
partido. Urtzi, que empezó a ralentizar el juego se llevó un par de tarascadas
que sumado al cansancio acumulado, tuvo que ser sustituido en el minuto 39 para
que entrara Piru. En los últimos minutos fueron de bastantes nervios, con un
sólo gol de diferencia cualquier rebote podría convertirse en una ocasión de
gol, pero la defensa local sacó casi todos los balones que le llegaron. Tampoco fueron suficiente los cinco minutos que alargo el
árbitro para que finalmente los tres puntos se quedaran en casa.
La conclusión es muy satisfactoria, con estos tres puntos y
visto los resultados que se han dado el equipo ha salido muy reforzado, es más,
matemáticamente terminará entre los tres primeros de la competición y con un
empate más le sería suficiente para mantenerse segundo. Pero resulta que uno de
esos resultados, el empate del Aurrerá contra el Tolosa, deja la posibilidad de
atrapar al líder, ahora mismo nos sacan cinco puntos pero hay que tener en
cuenta que la última jornada la jugaríamos contra ellos. Echando mano de la
calculadora, la UDA sería campeona siempre y cuando gane los tres partidos y el
Aurrerá empate o pierda un encuentro. De momento ya tenemos el notable, ahora
vayamos a por el sobresaliente.
STRELTSOV; 2ª PARTE
En el capítulo anterior quedamos en que Streltsov, la joven
promesa del fútbol soviético había sido detenida junto a los compañeros de
selección acusado de violación. Supuestamente durante una fiesta celebrada
durante una concentración del equipo nacional. No quedaron nada claras las
pruebas presentadas contra los futbolistas pero finalmente Eduard Streltsov fue
condenado a 12 años de trabajos forzados en un gulag siberiano. Finalmente pudo
ser liberado cinco años después, exactamente en 1963. Evidentemente aquellos
años fueron durísimos para el futbolista, los que le conocían dijeron que su
conducta había cambiado totalmente, ya no era el joven rebelde de antes. Además
no tenía el permiso de las autoridades para volver a jugar al fútbol, porque
teóricamente un expreso no podía formar parte de la liga rusa.
Dos años después, el nuevo Secretario General del Partido Comunista,
Brezhnev le concedió el indulto definitivo. ¿Qué hizo entonces el cansado y
fatigado Streltsov?, Lo cierto es que parecía tarde para regresar a las
competiciones pero sorpresivamente después de siete años sin participar en un
partido y con 28 años cumplidos decidió reincorporarse a su equipo de toda la
vida, al Torpedo de Moscú. El futbolista se preparó a fondo y pudo volver a
disputar minutos con garantías, lo cierto es que había perdido la potencia
física que lo hacía tan peligroso pero seguía manteniendo el olfato goleador de
antaño. Incluso muchos partidos paso a jugar en la media punta donde su falta
de capacidad física la nivelada con su inteligencia.
Pero su vuelta no fue de cualquier manera, el Torpedo
consiguió la segunda liga de su historia en aquel año de 1965 y nuestro
protagonista además de ser titular indiscutible consiguió marcar 12 goles en
los 26 partidos que se disputaron. Fue una gran alegría para el futbolista que
no habia podido disputar la competición de 1960, cuando su equipo del alma
había conseguido el primer título ligero. La victoria le dio la posibilidad de
jugar la Liga de Campeones de Europa en la que el equipo moscovita fue
eliminado por el Inter de Milán en la temporada 1966 -1967. Lo único que quedó
fue haber sido convocado para disputar el mundial del año 66 pero el Partido se
lo impidió, no querían que un expreso representar a la URSS.
Pero incluso consiguió disputar varios partidos con su
selección, volviendo a debutar contra Turquía, en un partido amistoso. Poco tiempo
después también jugó en un partido oficial contra la República Democrática de
Alemania, en la que consiguió marcar un gol.
De todas maneras la capacidad física de Eduard siguió
cayendo poco a poco, pero todavía siguió jugando y marcando goles hasta su
retirada en 1970. Abandonó la práctica del fútbol con la impresionante cifra de
99 goles en 222 partidos que disputó con
el Torpedo de Moscú. Fue un hombre siempre fiel a su equipo y decidió
convertirse en entrenador, que lo fue del juvenil del Torpedo durante cerca de
20 años. Hasta que por desgracia murió en 1990 cuando sólo tenía 53 años, fruto
de un cáncer de garganta.
Hoy en día, ya reconocido como se merecía, hay una estatua
en su honor en el exterior del estadio del famoso equipo, TORPEDO DE MOSCÚ.
AÚPA UDA
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